sábado, 28 de febrero de 2009

PROHIBIDO PROHIBIR...

















¿Quién fue el primero en prohibir...?

sábado, 21 de febrero de 2009

CARNAVAL COTIDIANO





Esto va dedicado a ese…
que con movimiento autómata se viste
con el disfraz gris todas las mañana antes de salir de casa…

Esto va dedicado a ese…
que se pone la máscara de otro día más…
Esa que tapa los ojos que trabajarán sin parpadear…
Durante… horas y horas…

Esto va dedicado a ese…
Que se coloca la capa que cubre al ser que lleva dentro…
A ese, al que no le dedica mucho tiempo…
A ese, que llega a convertirse en un extraño…

Esto va dedicado a ese…
Que cambia su disfraz cuando llega a casa…
Porque ahí…
Comienza su segundo trabajo…

Esto va dedicado a ese…
Que a pesar de todo…
Intenta disfrutar con cada uno de los disfraces de su día…

Esto va dedicado a ese…
Que cuando se desnuda…
Cuando nada cubre su cara…
Comienza a vivir su Carnaval cotidiano…

sábado, 14 de febrero de 2009

DIA DEL AMOR Y LA AMISTAD...



El día de los enamorados,
es ese día en el que se hace figuritas con masa de sal…

El día de los enamorados,
es ese día que se convierte en domingo con churros…

El día de los enamorados,
es ese día en el que los adultos juegan a los catetos…

El día de los enamorados,
es ese día que se vive entre abrazos…

El día de los enamorados,
es ese día en que los problemas se quedan fuera y vives en una isla…

El día de los enamorados,
es ese día en el que confías tus secretos al otro…

El día de los enamorados,
es ese día en que aceptas a quien te acompaña, tal y como es…

El día de los enamorados,
es hoy…
fue ayer…
y será mañana…
Si uno quiere que lo sea…





sábado, 7 de febrero de 2009

JULITO PÉREZ


Cuando a Julito Pérez le diagnosticaron que se le iba a romper el corazón por no usarlo, decidió llenar la bañera de lágrimas y ahogarse en ella.
Pero por mucho que lo intentó, sólo consiguió que sus lloros le cubrieran los tobillos.

Al darse cuenta de que él no iba a poder hacerlo solo, decidió salir al mundo y conseguir que los demás le regalaran sus lágrimas.

Creyó en un principio que le iba a costar mucho encontrar a alguien que estuviera tal mal como él. Estaba convencido que era el único que no tenía nada ni a nadie en el mundo por quien poner en marcha su corazón.
Julito pensaba que era el más desgraciado del mundo.

Con paso lento, se dirigió a la plaza principal de Vil City.
Se subió al kiosco de música que habitaba en el centro, y expuso su problema a todos los transeúntes que pasaban por allí.
Cuando acabó de hacerlo, Julito Pérez les pidió que le regalaran sus lágrimas.

Las transeúntes convertidos ya en escuchantes, se miraron los unos a los otros.
Empezó uno, podía haber sido cualquier otro. Sus ojos comenzaron a mojarse, y después le siguieron los demás. No apartaron sus miradas mientras sus mentes pensaron en sus vidas.

Llegó una marea de lágrimas.

Y una ola gigante se llevó a Julito Pérez.

Todavía no le han encontrado.