sábado, 31 de mayo de 2008

POTITO


(Viendo el video… mucho mejor.. o no...)

Potito se desnuda.
Hoy se siente sexy…
Sabe cómo menear su trasero…
Lentamente…
Potito se contonea…
Oculta sus ojos tras sus gafas…
Potito quiere seducir…
Y provoca con su pelvis…
Bruscamente.
Y atrae con sus brazos…
Su pecho desnudo incita…
a…


Nota de la autora: Continúalo tú… si quieres…

viernes, 23 de mayo de 2008

SUS MANOS EN MI MANO


Estoy sentado al lado de su lecho, sosteniendo en mi mano sus manos ahora inertes. Ha muerto físicamente, lo sé, aunque no difiere mucho su actual imagen de la que recuerdo desde niño. Su tez blanca, casi pura, envolvía el violeta de sus pupilas. Los labios siempre cerrados, esperando, y sabiendo que los de mi abuela hablarían por ella.


Quiso Dios que no nos pareciéramos; donde en mí puso obesidad, a ella le colocó justo la piel para cubrir su esqueleto. Le regaló belleza, aunque fría. A mí, ni eso.

En mi niñez siempre me preguntaba qué le habría ocurrido para no querer nunca salir de casa, qué le había sucedido para pasarse las horas con la mirada fija en una fotografía supuestamente de mi progenitor, el valiente teniente francés Lampierre, según los relatos de mi abuela.

Juro por Dios que, desde mi adolescencia hasta hoy, he intentado despojarla de su autismo. Le he expresado con mis ojos y con mis manos el amor que le profesaba; también he retirado mi mirada cuando sabía que ella podría intuir la compasión que se dibujaba en ella.

Al envolverme la mano con sus manos en el silencio de la tarde, me ha regalado su mayor muestra de afecto. Después, un suspiro.


Otra pequeño o gran momento de mi hijo literario “Rodolfo Lampierre”
Este relato lo edité en el libro "Crónicas de Fábulas e Dezires" en el "Taller de escritura creativa Alfa"

domingo, 18 de mayo de 2008

Y NOS SALIÓ PELO...


Érase una vez un país inmenso que ocupaba toda la tierra. Las personas que lo habitaban eran como nosotros, pero con una peculiaridad: Eran todos calvos. Mujeres y hombres, jóvenes y ancianos, todo calvos.

La historia que os voy a contar comenzó un mes de julio brillante. El príncipe Rodolfo iba a casarse con la princesa Priscilla. Todo el pueblo estaba contento y celebraron festejos por todo el país.

En la capital del reino todo estaba preparado para el enlace. Como era el único país del mundo no podían venir Reyes de otros países, ya que no existían, así que las personalidades más importantes estaban invitadas. A primera hora de la mañana empezaron a llegar: las brujas, seguidas de las hadas madrinas, curanderos, sabios, bailarines, actores y demás.

Cuando llegó la princesa Priscilla al altar ya le estaba esperando el príncipe Rodolfo. La brillantez en la cabeza de todos los asistentes iluminaba todo el palacio. Sólo, por su rango, los Reyes portaban en sus cabezas las coronas imperiales.

En el momento que los novios afirmaron que querían ser el uno para el otro, y en medio de los aplausos, apareció La Bruja mala Sigfrida. Con paso firme recorrió todo el pasillo hasta llegar donde estaban los contrayentes, y dirigiéndose al príncipe Rodolfo le dijo:

— Yo siempre pensé que te casarías conmigo y por ignorarme así, yo os maldigo y os digo: Que todos los hijos que tengáis tendrán en sus cabezas pelos como los que cubren al león.

Y así ocurrió, a los nueve meses nació su primera hija, con toda la cabeza cubierta por pelo negro. Vanos fueron los intentos de las brujas buenas para contrarrestar el conjuro de La Bruja Sigfrida. La nueva princesa creció, y con ella el pelo de su cabeza. Lo mismo les sucedió a los siguientes hijos de los príncipes. Todos y sin excepción nacieron con pelo en la cabeza.

La vergüenza de los infantes, entre todo el pueblo calvo, era grande. No querían jugar con otros niños, y poco a poco se encerraron en palacio. Sus padres apenados, pidieron ayuda a La Hada Madrina Celeste. Esta se hizo protectora de los pequeños, y después de pasar una temporada con ellos comunicó a los príncipes que la única solución que había para que los niños salieran de su encierro, era que todo el pueblo, jóvenes y ancianos, mujeres y hombre fueran ungidos por un ungüento que les hiciera crecer el pelo. Y de esta manera todos serían iguales.

Este fue el origen por el que todos tenemos pelo en la cabeza. Aunque también ocurre que quien pierde su Hada Madrina, va perdiendo poco a poco el pelo de su cabeza.

domingo, 11 de mayo de 2008

ME HE DESPERTADO CON SABOR A MUERTOS


Me he despertado con sabor a muertos.

Pero tenían vida.

Los he visto en mis sueños.

Y allí me hablaban.

Me cogían de la mano.

Me hacían rosquillas.

Me cocinaban.

Me contaban un cuento.

Me regañaban.

Me hacían churros.

Me llevaban a pescar.

Me roncaban cerca.

Me llamaban “Mi amazona bella”

Me hacían trampas a las cartas.

Yo… Los besaba…

jueves, 1 de mayo de 2008

RODOLFO LAMPIERRE



Rodolfo Lampierre nació en el retrete. Como hace más de 400 años lo hiciera Carlos I de España y V de Alemania.

Su abuela estaba en la sala de cine viendo “La dama de las Camelias”, donde disfrutaba con su idolatrado Rodolfo Valentino, cuando fue avisada por el acomodador de que su hija acababa de parir en los lavabos.

Luisa Fernanda, así se llamaba la puérpera, había corrido hacia el mingitorio por un fuerte dolor de tripas que había sufrido. Jamás pensó que a sus seis meses de embarazo iba a traer al mundo al hijo que llevaba dentro; y mucho menos, en el lugar destinado más a los finales que a los principios.

Rodolfo Lampierre, que así fue nombrado por su abuela entre orines y demás desechos, fue llevado urgentemente al hospital.

La sorpresa de su nacimiento fue muy comentada en la sociedad donde se movían su abuela Enriqueta y su frágil madre, Luisa Fernanda, ya que nadie había conocido hombre que cortejara a Luisa Fernanda “La poco agraciada”, como se la conocía en los corrillos del baile.

Enriqueta, la abuela, el día que se dio cuenta del estado avanzado en que se encontraba su hija quiso conocer el nombre del culpable, algo que nunca pudo obtener. Para acallar los rumores decidió poner a su nieto un apellido francés que había oído en una película y que, junto con el nombre de Rodolfo, le daba juego para poderse inventar el final triste y anticipado que habría sufrido su imaginado yerno.

Cuando Rodolfo ya tuvo uso de razón conoció a través de la abuela su condición de sobrino-nieto de Rodolfo Valentino, además de ser hijo del valiente teniente francés Lampierre, asesinado cruelmente por un grupo de desertores durante la Segunda Guerra Mundial. Todos estos inesperados avatares habían impedido al progenitor cumplir su palabra de caballero.

Así, entre las fantasías de grandeza de su abuela Enriqueta y el mutismo y sumisión de su madre, creció Rodolfo Lampierre. Tampoco su exceso de peso y su carácter reservado ayudaron precisamente a las relaciones con los compañeros de clase.

Ya en la adolescencia le brotó una sed inagotable por los personajes históricos. Con lo que aprendió en los libros y aplicando la operación de restar, pudo darse cuenta de la falsedad sobre su padre que siempre le había contado su abuela Enriqueta. Sin embargo, nunca le reprochó sus mentiras y la dejó vivir en sus fantasías. También imitó, sólo aparentemente, la misma sumisión de su madre.

Dedicó todo su tiempo a pasar de un curso a otro, incluso a veces dos a la vez. Se enamoró del ordenador, y con él se ganó la vida; mediante él contactó con personas del mundo entero a las que contaba, imitando a su abuela, mil historias fantásticas de sus diferentes vidas. Su trabajo lo hacía en casa por lo que no tenía la necesidad de salir fuera. Sólo lo hacía para ir al cine a ver películas antiguas. En una de ellas, un día que proyectaban “El hijo del Caid” de Rodolfo Valentino, cincuenta años después de su nacimiento, murió de un infarto, en el retrete.

Rodolfo fue mi primer hijo literario. Y por ello le tengo un cariño especial.
Tengo más historias de él en el cajón… Otro día os contaré más cosas de él…
Este relato lo edité en el libro "Crónicas de Fábulas e Dezires" en el "Taller de escritura creativa Alfa"


FELICIDADES MARILYN


Imagenes MySpace



¿Qué cumples 40 años? Anda ya…
Que no me lo creo
Que yo todavía me acuerdo
de tu trenza ochentera…

La tengo en una foto…
Así que no puedes negar que existe, JA, JA

En ese tiempo, nuestra amistad fue corta.
Después…
La vida nos llevó por diferentes caminos…

Pero diecinueve años más tarde, nos volvimos a
encontrar…

Al principio nos miramos extrañadas
(La verdad que ese momento sólo duró media hora)
Mi hermana… y también amiga tuya
nos acompañaba.

Y nos empezamos a conocer…
Y descubrimos que éramos
Tan diferentes…
Pero… conectamos tan bien…

Y volviendo al presente… o al futuro…te diré…que…

Creo que esta nueva década que empiezas
va a ser tu década.
Donde tú, vas a ser tú.
Con tus errores
con tus aciertos
Pero con una seguridad total.

Amiga mía, te deseo lo mejor…
Pero no porque seas mi amiga…
Si no porque creo que la vida te lo debe
Y porque tú eres merecedora de eso…
Y de mucho más…

¡FELIZ CUMPLEAÑOS MARILYN!

P.D. Ya lo sabes… pero por si hoy con la edad no te acuerdas JA, JA
Me tienes SIEMPRE… para lo que necesites.
TE QUIERO Amiga y gracias por dejarme serlo...